Scott Alexander is a pen name used by a blogger on The Slate Star Codex, Astral Codex Ten and other sites.
Este es un libro que está gratis en Internet (aquí) y que me llegó recomendado en uno de esos threads de recomendaciones de libros de Hacker News. No es una sorpresa pues que su autor forme parte de la ¿élite intelectual? de la Bay Area (aunque no sea un ingeniero).
Aunque la mayor parte de la historia transcurre en la actualidad, el libro comienza en los años 60, durante la carrera espacial. Una de las naves golpea contra la bóveda celeste, que resulta no ser otra cosa que la computadora (mágica) en la que se ejecutaba la Tierra. Esto introduce una serie de bugs y fallos que el Arcángel Uriel tiene que arreglar. De estos el principal es que la Tierra deja de estar gobernada puramente por matemáticas y la "luz divina" vuelve a habilitarse, siendo esta la que da fuerza y vida a ángeles (y demonios). Además resulta que el Talmud es el código fuente del mundo, con lo que la gente empieza a encontrar exploits en forma de los nombres de Dios. Con un humor muy de Pratchett, Unsong es una historia cyberpunk en un mundo místico (quizá sea más adecuado llamarlo "hebrewpunk") en la que "los corpos" son una organización que ha conseguido patentar los nombres de dios y el protagonista es un pobre trabajador cuyo objetivo no es otro que conseguir la fama, la gloria y el poder que daría vencer al diablo, presidente del estado del Infierno y miembro de las Naciones Unidas.
Muy recomendado. Imagino que gente familiar con la Biblia lo encontrarán especialmente entretenido pues hay muchas referencias más o menos veladas. Un poco como Good Omens pero algo más a lo bestia (después de todo Uriel, como sysadmin de este nuestro planeta, es un personaje muy importante).
Por cierto, las referencias que hago a "sysadmin", "sistema operativo", etc no son casuales. A pesar de que el autor no es informático, claramente bebe del mismo agua de San Francisco que otros autores como Neal Stephenson, así que hay muchas referencias a 0s y 1s, criptografía y demás. Llamarlo cyberpunk no es para nada una exageración.